La historia de Mía nos apena enormemente, fue rescatada cuando apenas tenía un mes de vida junto a sus hermanos, tuvo la suerte de encontrar una familia encantadora y parecía que la vida empezaba a sonreírle, pero unos meses después, vuelve a necesitar una familia.



Por desgracia su familia nos ha transmitido que por razones ajenas a ella no pueden continuar manteniendo su custodia y por esta razón debemos encontrarle un nuevo hogar para evitar que tenga que venir al refugio.



Mía es una perra totalmente acostumbrada a convivir en un hogar con una familia, habituada a pasear con correa y hacer sus necesidades fuera, tiene un carácter simpático y dulce, es equilibrada y puede convivir con otros perros sin problema.



Si te gustaría venir a conocerla o más información de ella, no dudes en contactar.

En optimas condiciones de salud.